Abas, el hombre Por Jessica Santiago Guzmán I ¿Cuántos más huiremos esta noche? ¿Cuántos por haber lanzado la misma piedra? Ayer, trescientas miradas condenaron al noble de Abas. Ayer todos lo odiaron, todo el mundo se le vino encima con su tierra, con el lodo que había esperado treinta años para ser removido. Nadie creía que el conejo desaparecería dentro del sombrero, ¿o qué esperaban? El acto de magia se llevó a mi Abas; sí, claro que fueron más de trescientas almas, ¡fue todo el mundo! Las lágrimas que le sangraron me dolían también a mí. A mí también me lapidaron ayer. Ni a los perros se les trata así, Abas, ¿por qué no levantaste ni las manos? Han dicho que el delito fue de ambos, que el castigo para mí vendría una vez que diera a luz. Que se oigan, Abas: ¡dar a luz! No aquí, no cerca de ellos. Al quedarnos en esta casa, en esta tierra, nos condenamos a morir, Abas, por eso te dejo. Todos deberíamos estar huyendo, esta noche debería llenarse de prófugos. El mar v
Palabrería Elementos de la tradición y nuevas formas en “Recuérdame en alta mar” de Rafael Alberti. * Jesús Rito García. Recuérdame en alta mar, amiga, cuando te vayas y no vuelvas. Cuando la tormenta, amiga, clave un rejón en la vela. Cuando, alerta, el capitán, ni se mueva. Cuando la telegrafía sin hilos ya no se entienda. Cuando ya al palo-trinquete se lo trague la marea. Cuando en el fondo del mar seas sirena. La crítica señala Marinero en tierra, y en especial a la segunda parte de este libro con una influencia de la lírica popular, neopopulista o neotradicionalista. Como dice Juan Ramón Jiménez en la carta de presentación, es “poesía ‘popular’, pero sin acarreo fácil: personalísima, de tradición española, pero sin retorno innecesario: nueva; fresca y acabada a la vez; rendida, ájil,[sic] graciosa, parpadeante: andalucísima.” [1] En otras palabras y como lo explica Andrés Soria Olmedo acerca del neopopulismo o neotradicionalismo, “consiste en el uso poético de la poe
Palabrería El locus amoenus y el locus terribilis de la poesía Jesús Rito García Escribir poesía, dicen algunos, es una guerra constante; algunos otros piensan que es como dormir en una nube de algodón o caminar sobre la arena tibia del mar. En fin, las dos teorías pueden ser muy válidas. Así como existen poetas que nos muestran en su poesía un locus terribilis, también están aquellos que nos llevan de la mano y nos van mostrando lo fantástico del locus amoenus. En Poesía existen todas las posibilidades. Por ejemplo, las trágicas vidas que terminaron en suicidios, y que alcanzaron la gloria poética, así como la gloria de la catarsis; tantos ejemplos podemos citar, como estudios se han hecho de ellos, el suicidio es un leitmotiv poético heredado del romanticismo. Pero también están aquellos que llevaron una vida llena de cuidados y tranquilidad; que hasta el final de sus días hicieron lo que siempre supieron hacer tan bien, crear una gran obra. En siglos pasados, cuando no existía
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